domingo, 10 de enero de 2016

ENRIQUE ORAMAS






Un velo de plástico gestiona nuestra percepción. 

También nuestras emociones.

Simula espejismos.

El medianero está intoxicado.

Y no sabemos con certeza en que mutará la 
cosecha.



SI ESTÁS AHÍ

Enrique Oramas

15 enero 2016







Sí. Son las típicas bandejas de cárnicos que sacamos del frigo del supermercado, cubiertas con láminas de plástico. De ese de las bolsas con las que nos traemos la fruta y tardan una vida en desintegrarse. Las que se tragan las tortugas que aparecen medio inconscientes en la playa.
Es un análisis en gris de grafito, plástico o papel, sobre lo que hacemos de nuestro entorno. Un paisaje del color de la incineración y la pérdida. De nuestra voluntad, de nuestro sentido común y nuestro devenir sobre el único plano que sabemos andar: la Tierra.
Pero es también una búsqueda lenta, y no sin obstáculos, para hallarnos. Un golpe de aliento, en acrílicos y matéricos rojos y violetas en arcoiris personal, en aire azul, hacia la liberación.
Me gusta lo que veo y lo que siento junto a ellas porque es real y sentido.
Hace bien.