miércoles, 15 de abril de 2009

damián rodríguez



El mecanismo de Hermes nos muestra una visión sobre el espacio de interactuación, de movimiento, que forman el núcleo de las relaciones interpersonales y de la reafirmación de la identidad.

El espacio que nos rodea se encuentra fragmentado. Se vuelve una vía de circulación, una encrucijada donde es difícil crear un relato del espacio. Para crear relatos nos replegamos en el espacio de lo íntimo, el hogar circular donde la reflexión del pasado crea y ubica el presente. Para ello se usa la cámara como mecanismo de congelación, para pensar y recortar el tiempo en la superabundancia de acontecimientos que nos desbordan.