domingo, 18 de septiembre de 2011

MIRIAM CABEZA

DERIVA
Descenso al Maelstrom


"-Hasta no hace mucho tiempo -dijo, por fin- podría haberlo guiado en este ascenso tan bien como el más joven de mis hijos. Pero, hace unos tres años, me ocurrió algo que jamás le ha ocurrido a otro mortal... o, por lo menos, a alguien que haya alcanzado a sobrevivir para contarlo."

(Descenso al Maesltrom, Edgar Allan Poe)


Primero gira la cabeza a su derecha, luego a su izquierda. Sigue avanzando. La intuición y el recuerdo la van guiando. Comienza a reconocer lo que encuentra ante su mirada, escenas que conectan directamente con su memoria. Sin previo aviso planta bruscamente sus pies en la tierra. Levanta su brazo por encima de su cabeza. Fija un punto de atención y ¡ZAS! … Sigue Avanzando.


La artista Miriam Cabeza se adentra en la jungla visual machete en mano, avanzando por la espesura de la imagen, en un heroico gesto por abrir(se) el camino. En su mente la idea fija de orientarse. Sus dibujos y pinturas exhibidos funcionan tanto como trofeos de sus andanzas arrancados de la misma jungla, como cartografía y registro de su propia deriva salvaje.


Las obras mostradas pretenden constituirse como el montaje narrativo de una escena la cual no se puede entender, porque le es intrínseco ser ininteligible. Son fragmentos robados a la cultura visual moderna, un mare mágnum de imágenes que convierte todo intento de navegarlo en un probable naufragio. Y cuando un marinero se encuentra a punto de ser absorbido por el Maelstrom sabe que o bien se queda en su barco expectante ante su propia tragedia, o bien se tira al mar y nada a contracorriente, intentando salvar su vida. Miriam Cabeza decide dar el salto de la posición de mero espectador del flujo de imágenes contemporáneas a inter-actuar con ellas, como narradora de un posible relato o como archivadora de los acontecimientos. Las imágenes rescatadas de ese remolino en el que se ha convertido la experiencia visual moderna son puestas en situación, en su conjunto constituyen una instalación que la artista misma llama escenografías. Y esto es lo que son, la puesta en escena, simplemente un montaje, una sucesión de imágenes dispares que fingen contar una historia a través de la correlación entre ellas, sus mensajes ocultos, su mezcla y ensamblaje. A través de la pintura, como medio de la imagen, Miriam Cabeza arma relatos actuales que hablen del ahora y evidencie las mitologías contemporáneas.

"Les conte mi historia... y no me creyeron. Se la cuento ahora a usted, sin mayor esperanza de que le dé mas credito del que le concedieron los alegres pescadores de Lofoden"

(Descenso al Maelstrom, Edgar Allan Poe)





Arístides Santana