Principalmente la creación de diferentes soportes plásticos permite trasladar a la calle una serie de iconografía concreta que se utiliza como puente para interactuar con el público, en este caso el peatón, bombardeado constantemente por una serie de imágenes cotidianas impuestas por el capitalismo, quedándole como único la búsqueda estética y material.
El artista desarrolla unas estrategias comunicativas con las que va generando unas rarezas visuales, imágenes sin sentido, y aprovecha espacios temporales efímeros de comunicación, con lo que consigue, o no, espacios de reflexión que al mismo tiempo, forman una conexión entre ellos que ponen en evidencia la propia retícula de la ciudad.
Carlos Navarro








